La batalla de Gela tuvo lugar en el verano de 405 a. C. en Sicilia. El ejército cartaginés bajo Himilcón (un miembro de la familia Magónida y pariente de Aníbal Magón), que había pasado el invierno y la primavera en la ciudad capturada de Akragas, marcharon para hacer frente a los griegos en Gela. El gobierno de Siracusa había depuesto a Dafneo, el general sin éxito del ejército griego en Akragas, con Dionisio, otro oficial que había sido un seguidor de Hermócrates. Dionisio planeó y consiguió plenos poderes dictatoriales. Cuando los cartagineses avanzaron sobre Gela y pusieron la ciudad bajo asedio, Dionisio marchó de Siracusa para hacer frente a la amenaza. Planeaba usar un complejo ataque de tres pasos contra los cartagineses, que fracasó debido a la falta de una adecuada coordinación. Dionisio decidió evacuar a Gela, ya que la derrota provocó el descontento en Siracusa y no querían perder su poder. Himilcón saqueó la ciudad abandonada después de que los griegos habían huido a Camarina.