La Geomorfología es la rama de la geografía que estudia el relieve de la Tierra. Se organiza en las siguientes grandes áreas:
Geomorfología estructural, que prioriza la influencia de estructuras geológicas en el desarrollo del relieve.
Geomorfología climática, que estudia la influencia del clima en el desarrollo del relieve. Este conocimiento se sintetiza en lo que se denomina “dominios morfoclimáticos”.
Geomorfología dinámica, que estudia los procesos elementales de erosión, de los agentes de transporte, del ciclo geográfico y de la naturaleza de la erosión. A su vez se divide en:
Geomorfología fluvial, que estudia los accidentes geográficos, formas y relieves ocasionados por la dinámica fluvial. Este subcampo suele traslaparse con el campo de la hidrografía.
Geomorfología de laderas, que estudia las vertientes de las montañas y los movimientos en masa, estabilización de taludes, etc. Se relaciona con el estudio de riesgos naturales.
Geomorfología eólica, que estudia los procesos y las formas de origen eólico, en especial los dominios morfoclimáticos de las zonas litorales, los desiertos fríos y cálidos, y las zonas polares.
Geomorfología glaciar, que estudia las formaciones y los procesos de los accidentes geográficos, formas y relieves glaciares y periglaciares. Esta rama está íntimamente ligada con la Glaciología.
Geomorfología aplicada, que estudia la interacción entre acciones humanas y las formas de la tierra, en particular los georriesgos (naturales o inducidos). Es de aplicación en los campos de planificación urbana, ingeniería civil, estrategias militares o desarrollo costero, y estudia los movimientos en masa, erosión de playas, mitigación de inundaciones, tsunamis entre otros..