Un festival de otoño anual de auténtica cultura y gastronomía asiáticas atrajo el fin de semana a unos 15,000 asistentes a un pintoresco lugar a orillas del río Neversink, en Nueva York.
La novena edición del Festival de la Luna contó con el mayor número de visitantes hasta la fecha, muchos de los cuales eran clientes que regresaban y lo convirtieron en una tradición familiar anual, según Jin Pang, coordinador del festival.
«Me alegra ver que se convirtió en el mayor festival gastronómico y cultural asiático del valle del Hudson y en una tradición muy querida por muchas familias de la zona», declaró Pang a The Epoch Times.
«En muchos países asiáticos, el Festival de la Luna es un momento en el que los miembros de la familia se reúnen desde lejos y crean juntos recuerdos inolvidables».
Roberto Chanway, residente en Wallkill e inmigrante peruano, asiste al festival de Deerpark desde hace tres años con su mujer y sus tres hijos.
Chanway dijo que, como sus dos abuelos eran de ascendencia china, sentía una conexión natural con la cultura asiática y quería que sus hijos también se acercaran a ella.
«La comida era estupenda», dijo a The Epoch Times. «Siempre lo pasábamos muy bien».
Decenas de vendedores de comida se alineaban en varios pasillos. Vendían todo tipo de comidas y bebidas asiáticas auténticas, como bollos de cerdo, albóndigas de sopa, ramen japonés, crepes al estilo de Tianjin, pato asado, brochetas de cordero al estilo de Xinjiang, cuencos de arroz taiwanés, té con leche y bebidas de soja.
Alice Rajnert, de Warwick, y su hija Lisa Hendelman, de Pensilvania, asistieron al festival por segundo año consecutivo y disfrutaron de un amplia variedad de espectáculos de danza, música y artes marciales.
«Me gustó mucho el baile en abanico de las chicas y me impresionaron las técnicas que demostraron alguno de los chicos», declaró Hendelman a The Epoch Times. «Creo que el festival ofrece una gran experiencia multicultural, especialmente a quienes no pueden ir a los teatros de Nueva York».
La Northern Academy y el Fei Tian College de Middletown presentaron la mayoría de las actuaciones culturales sobre el escenario, en las que se exhibieron danzas chinas clásicas, folclóricas y étnicas; instrumentos chinos antiguos, como el erhu de dos cuerdas; y demostraciones de vestimenta tradicional.
Hendelman también compró varios pasteles de luna —pasteles tradicionales que se comen durante el Festival de la Luna en los países asiáticos— para probarlos en casa.
Leynnie Belonio, residente en Scranton, Pensilvania, de ascendencia china y filipina, asistió al festival por primera vez con su prometido, Vincent Landers, y los hijos de éste. Dijo que le gustó volver a conectar con su cultura de origen.
«Me gustó mucho el té de burbujas y quiero probar más comida taiwanesa, y los niños están impacientes por ver las danzas interactivas del león y el dragón», declaró Belonio a The Epoch Times.
Liam O’Neill, uno de los fundadores del Festival de la Luna, dijo que el evento anual es organizado por una creciente diáspora china en el oeste del Condado de Orange para compartir sus talentos culturales con sus vecinos y fomentar el entendimiento y el aprecio mutuo.
El festival se celebraba originalmente en el pueblo vecino de Otisville y cuando el espacio quedó pequeño, se trasladó a su ubicación actual en New Century, cerca del último tramo del río Neversink antes de desembocar en el Delaware, en la ciudad de Port Jervis.
El asambleísta de Nueva York Karl Brabenec, el ejecutivo del condado de Orange Steve Neuhaus, el sheriff del condado de Orange Paul Arteta, el fiscal del distrito del condado de Orange David Hoovler, el legislador del condado de Orange Tom Faggione, el supervisor del pueblo de Wallkill George Serrano y la concejala del pueblo de Deerpark Christa Hoovler visitaron el festival y saludaron a los asistentes desde el escenario.
El congresista Patrick Ryan, el senador estatal James Skoufis y el supervisor municipal de Deerpark Gary Spears enviaron certificados oficiales de reconocimiento del festival.
The Epoch Times patrocina el Festival de la Luna.
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