Ficus carica

especie de plantas
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Ficus carica, de nombre común higuera, es una de las numerosísimas especies del género Ficus, de la familia de las moráceas, cuya infrutescencia es el higo. Originario de Asia sudoccidental, crece ahora espontáneamente en torno al Mediterráneo y en otras regiones del mundo.

Higuera
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Tracheophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Rosidae
Orden: Rosales
Familia: Moraceae
Tribu: Ficeae
Género: Ficus
Subgénero: Ficus
Especie: Ficus carica
L., 1753
Distribución
Producción
Producción
Higuera
Higuera
Higuera
Higuera

Descripción

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Ostíolo apical aún cerrado de un sicono en pre-antesis: se abrirá más tarde para el paso de las avispas polinizadoras.
 
Cultivar de F. carica var. 'Panascè'. Hojas y frutos bicolores. Variedad originada por mutación espontánea.

Árbol o arbusto caducifolio de porte bajo, su altura máxima es de 7-8 m. De copa muy abierta debido a su profusa ramificación, que a menudo surge casi a ras del suelo.
La corteza es lisa y de color grisáceo. Las hojas, de 12 a 25 cm de largo y 10 a 18 cm de ancho, son profundamente lobuladas, formadas por 3 o 7 folíolos, de color verde brillante y textura áspera.

La floración de esta especie es bastante compleja. Las flores de ambos sexos se encuentran encerradas en un receptáculo en forma de pera con una pequeña apertura apical (ostiolo). Las únicas flores masculinas están en las cercanías de la abertura, las demás son femeninas, algunas de ellas estériles. Estas flores originarán unos pequeños aquenios vulgarmente llamados pepitas, rodeados de un mesocarpio carnoso y que son los verdaderos frutos (o sea drupéolas) de la higuera. Al conjunto se le da el nombre de sicono (Del latín syconus, y este derivado del griego σῦκον - sŷkon 'higo'.higo).[2][3]

La polinización la efectúan una especie de insectos himenópteros (pequeñas avispas) en un caso típico de simbiosis/mutualismo. Existe una especie de avispas adaptada a cada especie de higuera. Blastophaga psenes poliniza el higo común. La hembra penetra al sicono por el ostiolo, deposita sus huevos y allí muere después de polinizarlo. Cuando las crías nacen, los machos fecundan a las hembras que aún están en el ovario y mueren dentro, nunca salen. Las avispillas hembras fecundadas salen por el ostiolo llevándose consigo el polen de las flores masculinas.

Algunas higueras, llamadas bíferas o reflorecientes, producen dos cosechas al año; hacia fines de primavera las brevas, mayores que los higos, y los higos entre finales del verano y principios del otoño.

Existen tanto variedades dioicas (que producen flores de un único sexo en cada individuo) como monoicas (producen flores masculinas y femeninas en el mismo árbol). Los ejemplares masculinos de las variedades dioicas se conocen comúnmente como cabrahígos.[4]​ Estas higueras suelen utilizarse para fecundar las higueras femeninas de la variedad esmirna, cultivadas en el Norte de África y Oriente Medio y conocidas en California (Estados Unidos) con el nombre de calymirna.[5]​ El método, llamado caprificación, consiste en colgar ramas de la higuera con higos masculinos, no comestibles, cerca de las higueras de fruto para que las avispas hembras vayan de una planta a otra y efectúen su polinización y fructificación.[6]

En cambio, la mayoría de las variedades de consumo humano no necesitan este método, ya que son partenogenéticas y siempre dan fruto en ausencia de polinizador.

 
Ostíolo apical aún cerrado de un sicono en pre-antesis: se abrirá más tarde para el paso de las avispas polinizadoras.
 
Cultivar de F. carica var. 'Panascè'. Hojas y frutos bicolores. Variedad originada por mutación espontánea.

Árbol o arbusto caducifolio de porte bajo, su altura máxima es de 7-8 m. De copa muy abierta debido a su profusa ramificación, que a menudo surge casi a ras del suelo.
La corteza es lisa y de color grisáceo. Las hojas, de 12 a 25 cm de largo y 10 a 18 cm de ancho, son profundamente lobuladas, formadas por 3 o 7 folíolos, de color verde brillante y textura áspera.

La floración de esta especie es bastante compleja. Las flores de ambos sexos se encuentran encerradas en un receptáculo en forma de pera con una pequeña apertura apical (ostiolo). Las únicas flores masculinas están en las cercanías de la abertura, las demás son femeninas, algunas de ellas estériles. Estas flores originarán unos pequeños aquenios vulgarmente llamados pepitas, rodeados de un mesocarpio carnoso y que son los verdaderos frutos (o sea drupéolas) de la higuera. Al conjunto se le da el nombre de sicono (Del latín syconus, y este derivado del griego σῦκον - sŷkon 'higo'.higo).[2][3]

La polinización la efectúan una especie de insectos himenópteros (pequeñas avispas) en un caso típico de simbiosis/mutualismo. Existe una especie de avispas adaptada a cada especie de higuera. Blastophaga psenes poliniza el higo común. La hembra penetra al sicono por el ostiolo, deposita sus huevos y allí muere después de polinizarlo. Cuando las crías nacen, los machos fecundan a las hembras que aún están en el ovario y mueren dentro, nunca salen. Las avispillas hembras fecundadas salen por el ostiolo llevándose consigo el polen de las flores masculinas.

Algunas higueras, llamadas bíferas o reflorecientes, producen dos cosechas al año; hacia fines de primavera las brevas, mayores que los higos, y los higos entre finales del verano y principios del otoño.

Existen tanto variedades dioicas (que producen flores de un único sexo en cada individuo) como monoicas (producen flores masculinas y femeninas en el mismo árbol). Los ejemplares masculinos de las variedades dioicas se conocen comúnmente como cabrahígos.[4]​ Estas higueras suelen utilizarse para fecundar las higueras femeninas de la variedad esmirna, cultivadas en el Norte de África y Oriente Medio y conocidas en California (Estados Unidos) con el nombre de calymirna.[5]​ El método, llamado caprificación, consiste en colgar ramas de la higuera con higos masculinos, no comestibles, cerca de las higueras de fruto para que las avispas hembras vayan de una planta a otra y efectúen su polinización y fructificación.[6]

En cambio, la mayoría de las variedades de consumo humano no necesitan este método, ya que son partenogenéticas y siempre dan fruto en ausencia de polinizador.

Distribución y hábitat

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Es poco exigente en cuanto a las cualidades del terreno, aunque su crecimiento es lento en terrenos secos. No es raro ver retoños o pies bastante desarrollados creciendo espontáneamente en farallones rocosos o viejos muros. El desarrollo de sus raíces es temido por mover los suelos donde están situadas. La higuera produce un látex irritante.

Las higueras cultivadas se reproducen mediante esquejes. Son muy resistentes a las condiciones adversas y se cultivan principalmente como árboles frutales de segunda categoría.[5]


Taxonomía

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Ficus carica fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum, vol. 2, p. 1059, en 1753.[7]

Etimología
  • Ficus, del latín ficus que designaba tanto la higuera como su "fruto", el higo.
  • carica, otro vocablo latín para el higo; originario de la Caria (Καρία en griego), una región histórica situada al sudoeste de la actual Turquía.
Taxones infraespecíficos

Solo tiene uno aceptado: Ficus carica subsp. rupestris (Hausskn. ex Boiss.) Browicz.

Sinonimia
  • Caprificus insectifera Gasp.
  • Caprificus leucocarpa Gasp.
  • Caprificus oblongata Gasp.
  • Caprificus pedunculata (Miq.) Gasp.
  • Caprificus rugosa (Miq.) Gasp.
  • Caprificus sphaerocarpa Gasp.
  • Ficus albescens Miq.
  • Ficus burdigalensis Poit. & Turpin
  • Ficus caprificus Risso
  • Ficus colchica Grossh.
  • Ficus colombra Gasp.
  • Ficus communis Lam.
  • Ficus deliciosa Gasp.
  • Ficus dottata Gasp.
  • Ficus globosa Miq.
  • Ficus hypoleuca Gasp.
  • Ficus hyrcana Grossh.
  • Ficus kopetdagensis Pachom.
  • Ficus latifolia Salisb.
  • Ficus leucocarpa Gasp.
  • Ficus macrocarpa Gasp.
  • Ficus neapolitana Miq.
  • Ficus pachycarpa Gasp.
  • Ficus pedunculata Miq.
  • Ficus polymorpha Gasp.
  • Ficus praecox Gasp.
  • Ficus regina Miq.
  • Ficus rugosa Miq.
  • Ficus silvestris Risso
  • Ficus rupestris (Hausskn. ex Boiss.) Azizian[8]
 
Higuera creciendo sobre un tronco de olmo del Cáucaso (Zelkova carpinifolia).
 
Detalle de las hojas.

Historia

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El higo es una de las primeras plantas cultivadas por el hombre. Un artículo publicado en junio de 2006 en la revista Science constataba el hallazgo de nueve higos subfosilizados de tipo partenocárpico fechados alrededor de 9400-9200 a. C. en el poblado neolítico Gilgal I, en el Valle del Jordán. El hecho de que estos frutos procedieran de una especie estéril sugiere que la plantación fue intencionada, con los investigadores consideran que F. carica pudo haber sido la primera planta domesticada, alrededor de mil años antes de la domesticación del trigo, la cebada y las legumbres.[9]

La higuera ya se cultivaba en el Antiguo Egipto. El egiptólogo Adolf Erman relataba en su obra Aegypten und aegyptisches Leben im Altertum (La vida en el Antiguo Egipto) cómo los egipcios domesticaban monos para recoger los frutos, ya que las ramas eran demasiado débiles para soportar su peso.[10]

Los higos formaban parte de la dieta alimenticia de los romanos. Arqueólogos británicos han descubierto restos de higos entre la basura de una gran fosa séptica, bajo un edificio de la antigua Herculaneum, sepultada por las cenizas tras la erupción del Vesubio en 79  a. C.[11]

Catón el Viejo enumera diversas variedades de higueras en su obra De Agri Cultura y cómo proceder a su propagación y trasplante de la higuera.[12]​ Uno de los capítulos del Libro de Apicius, el más antiguo tratado de cocina de la Roma Imperial, versa sobre la conservación de los higos frescos y otras frutas.[13]​ En la Roma antigua el árbol era considerado sagrado como mito fundacional, ya que Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba Luperca bajo una higuera.

Referencias bíblicas

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La biblia contiene numerosas referencias a la Higuera. Entre ellas destaca la Maldición de la higuera estéril, descrita en el Libro de San Marcos y el Libro de San Mateo.

Otras referencias son:

  • En el libro del Génesis (3:7), Adán y Eva se cubren la desnudez con hojas de higuera, tras ser sorprendidos en pecado.
  • El Profeta Isaías le dijo al Rey Ezequías que usara la masa del higos, la pusiera sobre la llaga y este sanó (2 Reyes 20:7)

Importancia económica y cultural

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La madera de esta especie tiende a pudrirse y no es adecuada como leña.[3]​ Se puede encontrar cultivado como bonsái.[14]

Además de como fruto fresco de temporada, los higos se han consumido tradicionalmente tras someterse a la técnica del secado; esta ha sido la manera más común de conservar la fruta. La fruta "seca" o "pasada", y en especial los higos, era un alimento especialmente valorado. El proceso permitía dilatar su consumo en el tiempo y cubrir momentos en los cuales la escasez de alimentos era notoria. Sus hojas se han utilizado en la alimentación animal.

En la sierra peruana, de los frutos, llamados higos, se prepara un dulce con bastante azúcar. En Colombia se prepara en forma de dulce con panela o azúcar, clavos y canela. También existen preparaciones con arequipe y cáscaras de naranja confitadas. En Uruguay es muy normal hallar este árbol en los patios de las casas y en la temporada que da frutos se comercializan en los mercados locales; los mismos se conservan elaborando un dulce que insume hasta 1kg de azúcar cada 1kg de higos

Uso medicinal

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Árbol adulto.

Su látex («leche de higo») se usó antiguamente para combatir caries dentales y verrugas de la piel. También se empleó para cuajar la leche.[15]​ Se describen también muchas «virtudes» en farmacopea popular que podrían no tener más interés que el puramente folclórico.[16]

Historia

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A finales del siglo XVI Gregorio López señala:

la leche de higuera aplicada con harina de trigo mundifica sarna, empeynes, quemaduras de sol, manchas de rostro y llagas manancias de la cabeza. Instilada útil a mordeduras de perro rabioso y de cualquier animal ponzoñoso, metida con un poco de lana en el diente oradado le quita el dolor, deseca verrugas aplicada con grasa alrededor de ellas. Los higos, si son quemados e incorporados con simiente de mostaza y molidos, en los oydos sana zumbidos, resuelve lobanillos y diviesos, durezas e hinchazones, purga humores de pecho, útil a tose enfermedad de pulmones. Gargarizada es útil a agallas y garganta inflamada. El cocimiento en clister a dolor de tripas. Engendran sangre gruesa, confortan y engordan flacos y como emplasto se aplican a hidrópicos.

A inicios del siglo XVIII, Juan de Esteyneffer la usa en cocimiento para curar la campanilla caída, contra las lombrices, la tos, el asma, el dolor de costado, la obstrucción de hígado y la nefritis.

En el siglo XX, Maximino Martínez la reporta como útil para: curar apostemas, enfermedades del bazo "emoliente", "frío parasismal", "gastralgia" y heridas. Luis Cabrera de Córdoba, cita los usos siguientes: contra amigdalitis, como antiséptico, carminativo, catártico; contra la dispepsia, la enterocolitis, como eupéptico, contra fiebre tifoidea y paratifoidea.

Los árabes emplean las hojas cocidas contra el dolor de muelas, las cuales también han demostrado ser capaces de reducir los niveles de grasas sanguíneas (triglicéridos). El consumo diario de este cocimiento, media hoja grande y molida por litro de agua, regula el azúcar en sangre, siendo ideal para tratar casos de diabetes.[cita requerida]

Las hojas frescas, después de machacadas son utilizadas como cataplasma para hacer madurar los abscesos y forúnculos. En estudios recientes se ha demostrado el poder inhibitorio de las hojas de higuera sobre el crecimiento de ciertos tipos de células cancerosas.[cita requerida]

Principios activos

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Las hojas de F. carica contienen un aceite esencial en el que se han identificado los monoterpenos beta farneseno, limoneno, linalol, mirceno, beta-ocimeno, alfa y beta-pineno y sabineno; y los sesquiterpenos cariofileno, alfa-farneseno y germacreno D. Además, las hojas contienen las cumarinas bergapteno, marmesín, psoberán, psoralén, el 4'-5'-dihidro-compuesto, umbeliferona, xantotoxín y xantotoxol; los triterpenos beta-amirina, acetato de calotropenol, 24-meti-lene-cicloartenol, acetato de lupeol, ácido oleanólico, taraxasterol, baurenol; los flavonoides, rutín, schaftósido y el iso-componente; los alcaloides N.N-dimetil-antranilato y Ficus carica piridilos I, II, III, IV y V; la sapogenina ficosugenín; y el componente fenílico, glucofuranósido del ácido fico-cumárico.

En el fruto se han detectado los flavonoides antocianina, astragalín, rutinósido de quercetín, rutín, schaflósido; la cumarina glucósido de psoralén, el carotenoide beta-caroteno; y el componente azufrado 2-etil-l-2-dehidro-tiofeno. En la madera del tallo se han identificado los componentes fenílicos ácidos paracumárico y vanílico; el flavonoide ácido siríngico; y la cumarina umbeliferona. En la planta completa se han identificado las cumarinas bergapteno, psoralen, escopoletín y umbeliferona.[17]

Nombres comunes

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  • Higuera común, cabrahígo[18]

Referencias

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  1. Participants of the FFI/IUCN SSC Central Asian regional tree Red Listing workshop, Bishkek, Kyrgyzstan (11-13 July 2006) (2007). «Ficus carica». Lista Roja de especies amenazadas de la UICN 2010.4 (en inglés). ISSN 2307-8235. Consultado el 20 de noviembre de 2010. 
  2. a b «Sicono - DRAE». Consultado el 5 de marzo de 2019. 
  3. a b c «Árboles Ibéricos». Consultado el 5 de marzo de 2019. 
  4. a b Higuera, Ficus carica.
  5. a b c «Higuera.». Archivado desde el original el 4 de marzo de 2013. Consultado el 28 de agosto de 2012. 
  6. a b Proctor, M., Yeo, P. & Lack, A. (1996). The Natural History of Pollination. Timber Press, Portland, OR. ISBN 0-88192-352-4 (En inglés)
  7. «Ficus carica». Tropicos.org Missouri Botanical Garden. Consultado el 4 de febrero de 2013. 
  8. Ficus carica en The Plant List, vers. 1.1, 2013.
  9. Mordechai E. Kislev, Anat Hartmann, Ofer Bar-Yosef (2006). «Early Domesticated Fig in the Jordan Valley». Science 312 (6778): 1372-1374. doi:10.1126/science.1125910. Consultado el 16 de marzo de 2019. 
  10. «Monkeys Trained as Harvesters». Natural History (en inglés). Consultado el 16 de marzo de 2019. «...Erman notes that fig trees have gnarled trunks, that they rarely attain more than sixteen feet in height, and that they have limbs too weak to sustain the weight of the gardeners. Hence people “send tame monkeys into the branches to gather the fruit for them.”». 
  11. «Dormice, sea urchins and fresh figs: the Roman diet revealed». The Telegraph (en inglés). 14 de junio de 2011. Consultado el 16 de marzo de 2019. 
  12. Catón el Viejo. «133». De Agri Cultura (en inglés). p. 115. Consultado el 16 de marzo de 2019. «Press back into the ground the scions which spring up from the ground, but raise their tips out, so that they will take root; dig up at the proper time and transplant vertically. In this way you should propagate from the crown and transplant fig... ». 
  13. Joseph Dommers Vehling, ed. (1977). Apicius Cookery and Dining in Imperial Rome (en inglés). Nueva York: Dover Publications Inc. ISBN 0486235637. «To preserve fresh figs, apples, plums, pears and cherries». 
  14. «Higuera en bonsaimania.com.». Archivado desde el original el 23 de marzo de 2013. Consultado el 28 de agosto de 2012. 
  15. Ficus carica en Flora Ibérica.
  16. Pío Font Quer, Plantas Medicinales-El Dioscórides Renovado, Editorial labor SA, Barcelona 1980, p. 121 y sig.
  17. «En Medicina tradicional mexicana.». Archivado desde el original el 7 de abril de 2014. Consultado el 2 de abril de 2014. 
  18. Colmeiro, Miguel: «Diccionario de los diversos nombres vulgares de muchas plantas usuales ó notables del antiguo y nuevo mundo», Madrid, 1871.

Enlaces externos

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